A partir de la madurez como persona y entrenador, estoy aprendiendo a flexibilizar algunas creencias marcadas por la rigidez total y absoluta, por lo que respecta al comportamiento de los jugador@s en equipos de formación.
Creo que siempre he intentado fomentar el interés y la curiosidad de los jugador@s, a partir de entrenamientos donde prime la variedad del trabajo a realizar, para poder realizar un baloncesto interesante, divertido y de los jugador@s.
Dentro de una sociedad donde prima la inmediatez por delante de la transformación lenta y precisa; los entrenador@s y jugador@s quieren aprender rápido, anotar muchos tiros, entrenar en la ACB, NBA, etc.
Veo muchos jugador@s con serias dificultades de atención, evidentemente pueden haber diferentes motivos; me gustaría incidir en el de la falta de motivación.
Tengo una máxima que es: no hay aprendizaje sin atención, no hay atención sin motivación.
Hay jugador@s que no atienden por una falta clara de motivación; ¿por qué están desmotivados? Supongamos que sea por el aburrimiento que se produce en los entrenamientos, de estos hay muchos.
Creo que nunca la tecnificación debe estar por encima de la persona. Los entrenadores debemos ser didácticos; que enseñemos a entender el porqué, cuándo y cómo de lo que trabajamos; incidir en el aspecto del pensar, de la percepción; debemos ser modelos de coherencia, equilibrio y sentido común.
Para enseñar se debe saber: comunicar oralmente y gestualmente.
“Instruir es importante, educar es fundamental; instruir/educando es muy difícil.” Maurizio Mondoni
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
