Con el paso del tiempo una de las cosas que recuerdo y quedan en mi mente, son las personas que han podido influir en la formación humana, tanto a nivel académico como deportivo y especialmente la familia.
Recuerdo a los personas, que de una manera u otra han dejado una pequeña huella, de todas ellas, hay un denominador común: el carácter.
El carácter es una virtud, algo que constituye un indicador de fuerza moral, bondad, integridad personal y consciencia.
Cada vez, por desgracia, predominan más los entrenadores y jugadores que las palabras que dicen no se corresponden con las acciones que realizan, por eso, aprecio a los que las acciones reflejan sus palabras.
El entrenador inculcará unos principios básicos, que serán lo que tiene él, y los que con su manera de hacer quedarán en los jugadores como deportistas y personas.No podemos prometer más de lo que podemos dar y no digamos nada en lo que realmente no creemos.Por lo tanto, los entrenadores competentes de carácter sólido saben captar a más deportistas que aquellos entrenadores que se comportan con una ética dudosa.
El otro día leí: ” Es el hombre quien mueve la historia.Se producen circunstancias que abren ventanas, pero tiene que haber alguien en el lugar y el momento precisos para mover la palanca que pone en marcha el cambio, y depende de quién y cómo lo haga, tomará uno u otro rumbo “.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP !!!
