Los entrenadores tendrían que estar siempre buscando, conectando, solucionando, reivindicando, creyendo y, sí, probando.
He nacido y vivido en un pueblo, relativamente pequeño en cuanto a población, pero muy grande a nivel deportivo, me he criado en la cultura del esfuerzo, trabajo, querer mejorar, competir con otros clubes de otras modalidades deportivas que lo estaban haciendo muy bien; lo cual, es una demostración que la competencia sana, nos ayuda a ser mejores.
Formados por entrenadores, en el que no se buscaban beneficios a corto plazo, porque los que están interesados en esto, pierden la magia.
Desde el corazón y el alma se prosperó, fue consecuencia de la búsqueda irracional de que ese algo que lo hacía irresistible.Desde una ambición sana para ser mejor nos llevó a conseguir clubes de un nivel bastante alto dentro de nuestras limitaciones.
Recuerdo que una de las cualidades que tenían los entrenadores era la innovación, la inquietud para evolucionar y competir con los mejores, y eso se transmitía a los jugadores.
Hoy en día en el baloncesto, hay demasiados entrenadores que prefieren continuar siendo aburridos, es decir, haciendo lo de siempre, con las mismas ideas y por lo tanto sin querer cambiar.Creo que lo nuevo y lo aburrido no coexisten fácilmente, y, en consecuencia, la gente que se siente feliz con lo aburrido no es la que prospera.Lo aburrido está por encima de las críticas, no provoca tensión y no busca la mejora.
En cuántas ocasiones escuchamos: ” siempre lo hemos hecho así”, pues muy bien, así siguen.Si quieres mejorar te equivocarás muchas veces, pero alguna acertarás, y será la que te dará el corazón y el alma.
” Si pasas todas las cosas por el tamiz de una hoja de cálculo, acabarás obteniendo un plan racional, pero un plan racional no sirve para crear energia, magia o recuerdos. ”
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP !!!
