Las personas ( entrenadores y jugadores ) tenemos un estructura mental que nos hace ser reacios a los cambios.Por lo tanto, cuando se dan situaciones inesperadas ya sea en cuanto a funcionamiento estructural o en el juego, lo que conlleva circunstancias que no son decididas por nosotros, creando un coyuntura de incertidumbre, tenemos una respuesta que es gestionar nuestras emociones y tratar de influir en lo que está pasando.
En ocasiones creemos que tenemos controlada una determinada situación y, cuando se produce la adversidad o la coyuntura donde debemos tomar decisiones, nos gana el miedo al error o lamentarnos ante el mismo.
Solo nosotros podemos gestionar nuestras conductas delante de circunstancias que no podemos controlar, que nos vienen dadas por diferentes razones.En nuestra estructura mental tenemos tendencia a confundir deseos con necesidades; las personas somos conscientes de nuestros deseos ( de lo que consideramos nuestras necesidades ), pero somos malísimos en cuanto a cómo queremos abordar nuestros deseos, preferimos utilizar soluciones conocidas para satisfacerlos y, por lo tanto no evolucionamos en nuestra gestión emocional.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP !!!
