He tenido la suerte durante mi trayectoria deportiva, de ocupar diferentes responsabilidades en los clubes en los que he entrenado. He pensado y ejecutado decisiones que en su día las encontraba razonables para el bien de los jugador@s, entrenadores y por el club.
El paso de los años me va dando una perspectiva igual en algunas situaciones y, cambiada , creo que mejorada en otras.
A partir de aquí me pregunto:
¿Por qué el éxito exterior está por encima del interior? ¿por qué descuidamos lo más sencillo? de la información que tenemos a nuestro alcance, que es mucha: ¿la sabemos administrar?, ¿somos capaces de aplicarla? ¿por qué nos complicamos la existencia?
Estoy cansado de ver jugador@s y entrenador@s, en el que prima ganar a toda costa, no seamos hipócritas todos queremos ganar, pero ¿a qué coste?: trabajando poco y mal con nuestros jugador@s, los jugador@s sólo pensando en el que dirán, los directores técnicos no evaluando el trabajo que se debe realizar en cada etapa de formación.
Cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad: hacer lo mejor posible nuestro trabajo, a partir de la integridad.
El jugad@r debe jugar en el nivel que pueda estar, sino es así, se perderá; el entrenad@r entrenará al equipo que por sus capacidades pueda dirigir; y el director técnico tiene que planificar dónde estarán los jugador@s y entrenador@s, al mismo tiempo supervisará el trabajo realizado.
Estoy viendo jugador@s que juegan en categorías que no les pertocan, con el sufrimiento de ellos cuando están en competiciones de más nivel, y por el contrario con el aburrimiento cuando están en las de menos nivel a sus capacidades.
Un día un director técnico me comentó que la gran mayoría de entrenadores estaban cualificados para entrenar en su club, y su gran trabajo era dónde ubicarlos.
En fin como decía Alfred Lord Whithead: “Los sueños de los grandes soñadores jamás llegan a cumplirse, siempre son superados.”
Seguiremos soñando para ver mejor.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
