Cuando empecé a entrenar, hace unos cuantos años, me hubieran comentado que hoy en día entreno como lo estoy haciendo, les hubiera dicho: ¡Estás loco! Pero es así, quién nos ha visto y quién nos ve ahora….¡Cómo hemos cambiado!
El trabajo por parte de los entrenadores de formación especialmente en edades de categoría cadete, me resulta muy complejo, actualmente la exigencia emocional como entrenador, es brutal.
Vengo de una educación clásica: estudiar o trabajar, error-castigo, esfuerzo, actitud, disciplina, blanco o negro, respeto jerárquico, etc.
La sociedad ha ido evolucionando a todos los niveles, pero se ha ido perdiendo en la formación educativa, hoy en día tengo la sensación de que existen pocos formadores vocacionales.
Antes me era más “fácil” entrenar, estamos en una coyuntura en la que hemos de adaptarnos y evolucionar en referencia a las inquietudes de los jugador@s, del cómo llegar a ellos para que comprendan y actúen como nosotros creemos.
Los jugadores de hoy en día se aburren con mayor facilidad, no me queda otra opción que, constantemente, estar buscando ideas y oportunidades para crear nuevos ejercicios, una nueva forma de comunicarnos con ellos, preguntándome siempre lo que puedo hacer para llegar a la mente del jugad@r. Y así, conectar con ellos, con su interés para lograr que evolucionen, se motiven, aprendan y mejoren como jugadores y personas.
“Hay que estudiar a los jugadores para ver qué es lo que hacen para ser quienes son.” Kevin Eastman
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!