A veces es bueno, parar un poco y poder ver las cosas con más perspectiva, porque al fin y al cabo, somos nosotros mismos quienes nos formamos.
Los entrenadores debemos ser estrictos en la corrección, e indicar claramente al jugador cual es el objetivo de lo que queremos trabajar y cómo vamos a desarrollarlo, ya sea técnica o tácticamente.
Anteriormente nos deberíamos preguntar: ¿ qué es lo que necesitan nuestros jugadores y cómo podemos ayudarles ?. Podemos estar desarrollando un trabajo excelente en cuanto a lo que nosotros pensamos que es lo mejor para la evolución de nuestro equipo; pero ellos: ¿ qué oyen ?, ¿ qué piensan y sienten ?, ¿ qué ven ?, ¿ qué dicen y hacen ?.
Nosotros podemos tener muy claro lo que oímos, sabemos lo que pensamos y sentimos, lo vemos con nuestros ojos, pero ¿ hacemos lo que decimos ?.
Debemos intentar averiguar lo que realmente les importa; saber cuáles son sus principales preocupaciones, inquietudes y aspiraciones; en qué tipo de entorno se mueven; las actitudes que tienen en público ( en ocasiones no tienen nada que ver con las que tienen en privado ) y el comportamiento hacia los demás.
Personalmente me ha pasado a lo largo de mi trayectoria como entrenador: no ser capaz de ponerme en el lugar de alguien que no es capaz de actuar de una forma determinada, no me ha gustado entrenar a jugadores que no quieran aprender.
Evidentemente me tengo que preguntar: ¿ oyen lo mismo o diferente a mí ?, ¿ pensamos y sentimos igual o distinto ?, ¿ vemos igual o dispar ?, ¿ hacemos lo que decimos o nuestra conducta es divergente a lo que comunicamos verbalmente ?.
Como entrenador me lo quiero pasar bien y hacer lo máximo posible para jugar un buen baloncesto, y que nos lleve a ganar, para conseguirlo los necesitamos a ellos.
” Algo que he aprendido como entrenador es que no puedes imponer tu voluntad a los demás.Si quieres que se comporten de otra manera, tienes que servirles de fuente de inspiración para que cambien por sí mismos “.
Phil Jackson
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP !!!